Pasó buena parte de la temporada de canchas lentas en Europa y Juan Martín Del Potro no nos obligó a ningún comentario positivo. Y, a la puerta del segundo Grand Slam de 2013, la única certeza es que no jugará en París. El combo "virus-complicación respiratoria-imposibilidad de entrenarse-pérdida de peso-condición física que está lejos de la ideal", ni siquiera le permite jugar la ficha de decir presente en Roland Garros, y buscar ritmo y resistencia con los partidos.
Todo muy alejado de lo que Juan Martín soñó en diciembre de 2012. Seguro de su madurez, tomó decisiones convencido de que con Roger Federer jugando poco y Rafael Nadal volviendo de su larga inactividad, él podía ser quien llegara bien posicionado para desafiar profundamente a Novak Djokovic.
La realidad es tan distinta de aquel pensamiento que ni siquiera vale la pena detenerse en ella. Hoy, de Del Potro sólo se puede decir que terminará de recuperarse en Argentina pensando en un mejor segundo semestre.
En el otro polo de la vara positivo-negativo, aparece Guido Pella. Me arriesgo a decir que tampoco, en diciembre pasado, imaginó este mayo de 2013. Será un mayo francés para el bahiense que, a cinco días de haber cumplido los 23, venció al serbio Janko Tipsarevic, 10 del ranking, por 7-6 (7-1) y 6-1 y se regaló el mejor triunfo de su carrera. Roland Garros lo espera, la vuelta al top-100 también. Zurdo, fuerte y resistente, hace poco admitió que haber madurado afuera de la cancha le permite estar maduro adentro. Bien por él.
Ahora, inundado de confianza, buscará concretar lo que siempre insinuó: ser uno de los líderes de la generación que llega.
"Pico" ganó en Düsseldorf
En Düsseldorf, Alemania, Juan Mónaco venció al brasileño André Ghem por 6-4 y 6-4; hoy enfrentará a Tobias Kamke. Pella jugará ante el serbio Viktor Troiki. En Niza, Francia, Carlos Berlocq perdió ante el local Paul-Henri Mathieu por 7-5, 3-6 y 6-3.